Seguramente si alguien dice la gran mierda que son las fiestas, muchos van a estar de acuerdo.
En realidad, las fiestas son bastante deprimentes, el tema es que si uno no festeja la navidad, por decir algo, se va a sentir bastante peor que si la festeja e intenta bancarse a los parientes igual. Así que es como un círculo vicioso.
De cualquier manera, hay mucho de actitud, no es cierto? Quiero decir, en la predisposición con la que encara uno el tema fiestas.
Yo por mi parte, ayer (víspera de año nuevo) iba muy mal predispuesto porque no había encontrado nada para hacer despues de las 12:00 y eso me ponía de muy mal humor.
Con mi familia íbamos a ir a la casa de una gente amiga. Muy Buena gente. Pero es preferible gente mala y divertida.
No bien llegué tuve que bancarme que la dueña de casa (una mujer mayor de unos 60 y pico de años) intentara ligarme con la nieta, que tenía...¡¡¡3 años!!!
Lo mío ya rayaba el colmo de lo patético.
Despues vino la cena: yo soy bastante amargo para comer. Quiero decir que mis competancias culinarias son bastante limitadas, en general siempre como lo mismo o parecido, y para mí, las fiestas son un problema porque todo el mundo hace un montón de comida que a mí no me gusta. Como no me gusta, yo prefiero no comer y esperar a lo que sí me gusta. Pero la gente no lo entiende así, y se piensan que yo no como porque me dá vergüenza o algo así. Me insisten: "dale, comé, que está rico". ¡No, coño! si digo que no quiero, estoy diciendo no quiero, no estoy diciendo "mirá, cuando me ofrezcas lo que preparaste te voy a decir que no, pero en realidad estoy histeriqueando, si me rompés soberanamente las pelotas seguramente lo reconsidere y termine comiendo de todas formas..."
Se acuerdan de ese capítulo de Friends que había un psicólogo que empezaba a desmenuzar las personalidades de todos? En un un momento que el psicólogo a una de las chicas que era muy obsesiva y se la pasaba cocinando, le decía: "Tomátelo con calma, es solo comida, no es amor, ok?". Bueno en mi familia son todos así, y cuando uno dice que no quiere algo se lo toman como una afrenta a la honra y al buen nombre. Y así, yo termino comiendo un montón de cosas que no quiero comer, porque tengo miedo de que mi tía me retire el saludo si le digo que no como la "pignolatta" que ella hace.
Bueno, en favor de esta gente, (y mío, porque a esta altura debo parecer un maleducado y un desagradecido) he de decir que no la pasé para nada mal y que (Ana y Francisco se llamaban los dueños de casa) me hicieron sentir muy cómodo.
En un momento el dueño de casa, sacó y le mostró a mi mamá un libro que contaba la historia de Brattiró (el pueblito en donde nació mi mamá) que era super-interesante. Además ahí la cosa se puso buena, el dueño de casa (Don Francisco Schiaritti) se puso a recordar sus días de lumpen infantil. Hubieron varias anécdotas muy divertidas, así que muy pronto va a haber un post sobre la historia del pueblito, que se remonta (escuchen esto!): al año 500 A.C. |