Estaba esta historieta llamada los libros de la magia. Probablemente la conozcan porque los primeros números los escribía
Neil Gaiman (el mismo tipo de
Sandman). La cosa es que yo leí esos primeros números, pero no recuerdo el episodio que ahora paso a relatar:
Resulta que nace un chico que se llamaba
Tim Hunter, incidentalmente, este chico se parecía mucho a Harry Potter. Aunque en ese momento, ninguno de nosotros mencionaba eso porque faltaban años aún para que Mr. Potter se asomara por acá. Este chico había nacido con un potencial muy importante para la práctica de la magia. De alguna manera, el resto de los magos del mundo (incluído
John Constantine, a quién no se le escapaba una) se enteran de la llegada de este niño y lo van a visitar. Le ofrecen una elección sencilla: Tenía que elegir crecer en el camino de la magia o ser un chico normal. Si elegía el primera opción, toda su vida y su camino iban a estar plagadas de magia, de misterio y de movimiento. Si elegía la segunda, bueno, simplemente iba a llevar una vida corriente con el resto de las personas en donde todo iba a tener una explicación plausible y racional.
Obviamente, el chico elegía la primera opción y el propio John se dispone a guiarlo por los senderos de la magia. Esto también se parece a esa parte de
La Ilíada donde le dan a elegir a
Aquiles entre una vida corta pero llena de gloria, y la larga y tranquila. Aquiles también elegía la primera opción). Supongo que es más fácil si alguien viene y te lo plantea en esos términos.
A veces pienso en mi vida como si en algún momento yo hubiera hecho una elección semejante. Claro que mi versión difería en que yo me quedaba con la segunda opción.
Por momentos odio casi a toda la gente que me rodea. Ultimamente las reuniones con mis supuestos amigos (recuerdo la última: una supuesta fiesta de cumpleaños en un departamento de menos de un ambiente), no me malinterpreten, yo los quiero (creo...) y no es su culpa que sean tan insoportablemente aburridos. A veces creo que en su aburrimienton ellos incluso se están divirtiendo,y eso hace que yo los desprecie todavía más. Está más allá de mí. Yo tenía una amiga, yo la quería mucho y la pasabamos bien juntos. Pero ahora ella se mimetizó con el novio, que es un opa (lo lamento, también es mi amigo y yo lo quiero, pero con un
él ya es más que suficiente). Obviamente, que me estoy sacando a mí del cuadro. No porque yo no tenga alguna responsabilidad en el asunto pero no puedo hacer nada con eso, no tengo otra opción que vivir conmigo, saben?
En el último tiempo he empezado a temer los sábados a la noche. En parte porque creo que de alguna manera funcionan como un
tester social. De ser así, mi vida está muy por debajo del 0º Kelvin.
Ya no encuentro lugares a los que ir. Para la gente que yo conozco, una salida solo es la opción de ir a bailar. Bueno, yo no disfruto de la mayoría de los boliches. Salvo de
Club 74, cuando fuí a ese lugar la pasé bien. La primera vez fuí con unos compañeros de la facultad, nos bailamos todo y hasta hicimos un intento de la coreografía de
Full Monty. Después (en ocasión de mi cumpleaños, justamente) quise llevar a mis amigos. No les gustó, no entendían el chiste.
"Como... música Disco?" "¿Que ese esto? ¿Donde están los temas latinos?" "Lo siento, de verdad me tengo que levantar temprano mañana domingo" y así. Pero es diferente, el lugar era diferente.
Los boliches... los boliches comunes, digo...no sé. No soy un tipo de boliche, así que probablemente este rechazo tenga que ver con el resentimiento que acarrea el sentirse un marginado en uno de esos lugares...
A mis 26 años, a mucha de la gente de mi edad que conozco se le ha metido en la cabeza la peregrina idea de que tienen que empezar a sentar cabeza... ¡Dios, denme un respiro! ¡Todavía no llegué a la fiesta y ya me quieren echar!
Lo que quiero decir es: Adonde están las
All Tomorrow Parties? Seguro que hay gente haciendo fiestas. Puede haber fiestas en cuadras de las que yo no he escuchado. Quizá estan en barrios a los que yo no voy. Conseguir algo interesante para hacer un sábado a la noche se ha me ha convertido en algo tan engorroso, que la mayoría de las veces desisto del intento.
No estaba seguro de postear esto. Pero cuando empecé este blog me había puesto la pauta de no desechar ni reprimir nada. Así que este soy yo; sin restricciones.
There are no more barriers to cross. All I have in common with the uncontrollable and the insane, the vicious and the evil, all the mayhem I have caused and my utter indifference toward it I have now surpassed. My pain is constant and sharp and I do not hope for a better world for anyone, in fact I want my pain to be inflicted on others. I want no one to escape, but even after admitting this there is no catharsis, my punishment continuous to allude me and I gain no deeper knowledge of myself no new knowledge can be extracted from my telling. This confession has meant nothing.
