Hace meses estoy buscando una excusa para hacer un post sobre la serie The OC. Al principio iba a ser un post sobre tele en general, en el que iba a hablar de todas las otras cosas que me gustan de la tele, como por ejemplo: Lain, Coupling (UK) o Dr. Katz... ahí iba a estar The OC en el apartado guilty pleasures. Después se me ocurrió que una buena forma de legitimar una novela era decir cosas como que usaban Belle and Sebastian para musicalizar escenas (una vez pusieron If she wants me), o que el protagonista era fan de Bright Eyes (esto último a mí no me dice mucho, pero se que hay otros a los que sí). A la luz de lo que pasó en el capítulo del miércoles último, que marcaba el fin de la saga de Oliver (andáte, gil! te odiamos!) cambié el enfoque, esto no va a ser un post sobre The OC en relación con otra cosa, sino The OC en sí mismo.
Basta de mentiras! Estamos ante The OC, la serie más acojonante que hay hoy en la tele!
Hacía mucho que yo no me enganchaba así con algo en la tele, los finales de los capítulos de las últimas dos semanas me dejaron con la vena de la frente a punto de estallar, sobre todo el anteúltimo que terminaba con un plano de Ryan (Benjamin McKensie) cerrando la puerta de una habitación de hotel tras de sí. En la habitación se quedaba sola su novia (Marissa, que digámoslo de una vez, es bastante pelotuda) que lo acababa de mandar a su casa porque se quería quedar a pasar la noche con el gil de Oliver que sentía solo! ¡Todo mal!
En realidad, puesto a hablar de ello, la serie no tiene trasfondo realista alguno, ya la sola idea de una familia rica que adopta a un niño pobre de 16 años, sólo porque les cae simpático...¡vamos! que no es muy creíble.
Lo bueno de la serie radica en que siendo un culebrón como es, y siendo totalmente increíble por cosas como las que decía al principio del otro párrafo es capaz de lograr que uno deje pasar todo eso, en pos de todo lo otro.
El chico que hace de Ryan es re-duro para actuar pero se las arregla para sacarle onda al personaje que hace. Seth (Adam Brody) es una maza y es uno de los tipos más geeks que jamás hayan pisado serie de TV alguna, con la diferencia de que esta vez sí es gracioso. En el último capítulo al pobre Seth lo largaba la novia, después de haberse bancado como franeleaba con la amiga Summer delante de ella. Está bueno porque no hay un malo, hay personajes con defectos y virtudes. Cuando uno ve esto por ahí dice cosas como : "los personajes están vivos" yo no sé si es para tanto, a lo que me refiero más bien es por ejemplo a cosas como el personaje de Julie, la madre de la Marissa, que todo el tiempo están en esa postura molesta de lo único que me interesa es la plata, pero no es tan simple como eso. Se pone de novia con el viejo Caleb, que es re-garca, pero no es que llega a la casa y dice, no se, cosas como: "Uh, si este viejo no tuviera la plata que tiene, la verdad que me buscaría uno de 20" (que dicho sea, Julie está bárbara), no, la mina lo de estar con el tipo por la plata que tenga no es una decisión conciente. Mismo Caleb, que siendo el único personaje de la serie del que podría decirse que es malo, tiene sus momentos de humanidad.
O sea, la serie empezó hace muy poquito, y los yankis cuando hacen tele tienen esa cosa de no saber cuando parar. Quiero decir, va a llegar un momento en el que a los guionistas se les van a acabar las ideas y van a empezar a volarse es pos de estirarla, y está bien, porque eso pasa con todas las series, pero ahora, lo que se dice ahora: The OC es el único programa de teleivisón por el que yo me quedo despierto hasta las 3:00 AM un día de semana.
Hasta me empieza a gustar esa cortina pedorra que tiene el programa...esa que dice: "Califorrrrniaaaaaaa...." |